Desembarcamos en domingo en Arroyomolinos de León, lo primero buscar ese bar donde tomar una caña recomponedora, pese a ser más de las 5 de la tarde, no hay que buscar mucho, huele a gentío y a domingo que se alarga, y se agradece... Arroyomolinos tiene esa suerte de mires a donde mires ver lomas y dehesas, además de contar con el pico más alto de la provincia, posee una rica red de senderos, así como una particular cultura y valorización del patrimonio de la molienda, con una ruta que une todas estas joyas arquitectónicas que posee el municipio. Hoy nos alojamos en el hostal Virgen de los Remedios, en plena arteria principal del pueblo, bonito hostal, cuidados detalles y amable trato, además posee una terraza mirador hacia la sierra que no tiene precio.
Reponemos energías en Casa Jacinto, con un rico revuelto de gurumelos entre otras viandas y a descansar, nos esperaba un día duro y no éramos conscientes. Por la mañana hemos hecho una pequeña incursión por esas calles sinuosas que desembocan en la iglesia y plaza del pueblo, y hemos aprovechado, ya lunes y oficina de correos abierta para desprendernos de esas cosas que uno carga de más y de las que podemos prescindir...el peso es el peso.... Pasamos por el ayuntamiento de Arroyomolinos donde recibimos un calido recibimiento de parte de su equipo de gobierno, a los que entregamos el manifiesto y se muestran sensibles e interesados por la declaración de Parque Natural de la Sierra Morena cordobesa. Mil gracias!!! Y ahora sí, partimos pero en un amago de intentar contactar con el ayuntamiento de Cala o algunos de sus alojamientos, descubrimos que todo está cerrado y no funciona hasta verano, así que a mentalizarse en doble etapa, nuevo destino Santa Olalla del Cala, 30 km por delante y entre unas cosas y otras..... las 11:30 de la mañana! ( no tenemos remedio )
La primera mitad de etapa, hasta Cala ha sido dura, repechos sinfín, muchos desniveles, a la vez que unas vistas y panorámicas impresionantes... pasamos de una ladera de umbría a solana, y a un valle abierto rodeado de fincas de ganado, a los pocos km el camino vuelve a sinuosear y empiezan los desniveles, se estrecha y prácticamente se pierde, se hace duro, no hay apenas sendero, benditos los tracks y el móvil.... en poco bajamos a la pequeña ribera de un bello arroyo que gustosamente hay que cruzar y donde decidimos hacer una parada, y disfrutar del paraje, continuamos, nueva subida, pérdida de hitos, de sendero, un manto de herbáceas nos cubre hasta la cintura, y por fin vislumbramos un panel, y con el la amplitud del paraje y con el unas vistas cargadas de memoria aún latente: las minas de Cala, merece la pena indagar en la tradición y el patrimonio minero de estos lares....
Seguimos, y en breve una colonia de buitres que devoraba los restos de una res alza el vuelo a nuestra llegada, impresionados ambos.... empezamos a descender, el sol aprieta y por fin llegamos al pueblo de Cala, una pequeña parada para un tentempié, deleitarnos con su plaza y las vistas de su fortaleza, y dejar un par de copias del manifiesto en el ayuntamiento y en la sede de Sierra Minera que se encuentra aquí. Nos hubiera gustado pernoctar y saborear más Cala pero toca continuar, emprendemos la segunda etapa 14 km hasta Santa Olalla del Cala, pese al calor el camino es más ameno, bellos parajes, dehesas, alcornocales, quejigos de portes mastodónticos... y hacia mitad la impresionante boca de las minas de Teuler..... a partir de aquí el trazado sigue la antigua vía de tren que transportaba el mineral por lo que el camino es bastante afable sin grandes desniveles, lo que te permite ser más contemplativo con el paisaje.... todo belleza. Y ya al fin, descendiendo sin apenas darnos cuenta.... aunque con los pies cansados, una ladera cercana nos muestra las espaldas del castillo que abriga a Santa Olalla del Cala.....
Pedazo de experiencia! gracias primo por compartirla con los demas. Tened mucho cuidado; besos!!!
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